Último Acto cumplió cincuenta emisiones, y el que lee sigue diciéndose ¿y…?.
Un programa de rock que se emite por Radio Comunitaria Con Todo, con conductores díscolos y fanáticos del ¿y…? a los cuales poco les importa el qué dirán.
Con esto no quiero decir que Martín, Mario y Lautaro (conductores del programa) sean unos insensibles y desinteresados, sino que lo que intento expresar es que ellos están alejados de las estructuras establecidas dentro del orbe radial ordinario.
El programa llegó para quedarse y para mostrar la verdadera génesis del rock, en donde se valore como corresponde a la música sin enarbolar la bandera del comercialismo musical y dejando bien en claro que lo efímero en las melodías rockeras serán masivas solo por un corto lapso.
Tres personas al frente de un proyecto radial, una Radio Comunitaria: nos da como resultado una conjunción de diferentes personas que aspiran con ser transgresores en la práctica y no en la teoría.
Es fácil de percibir la armonía que hay entre los tres conductores (no quiero asignarle posicionamientos jerárquicos para no crear problemas entonces digo que los tres son conductores) por el simple echo de que aparte de ser compañeros en Radio Comunitaria Con Todo, son amigos, con diferencias y similitudes, pero son realmente amigos.
Creo que hasta aquí he sabido responder parte de su ¿y…?, pero sigamos un poco más…
La emisión número cincuenta de Último Acto fue realmente un éxito. Los muchachos tuvieron la idea de agasajar a sus radio-escuchas en el bar “Consecuencias” de Berazategui, para que muchos y muchas que fantasean con conocer personalmente a sus conductores preferidos tengan la oportunidad de hacerlo para cerciorarse de que son personas comunes y no melómanos compulsivos.
El programa aniversario duró dos horas, en donde hubo regalos y un invitado llamado Tuti que deleitó a los presentes con dos temas de su banda (Vientos).
Creo que hasta aquí he enumerado algunas cosas y personas, pero me estoy olvidando de algo realmente importante. Como todos saben, los programas tienen un operador (vuelve a surgir la pregunta) ¿y…?. El responsable de que Último Acto salga al aire es nada más y nada menos que el bien ponderado Luis Grenier o mejor conocido como “Luigi”, sin él no sé si sería posible emitir el programa.
Aparte de ser un gran operador, Luigi posee las aptitudes necesarias para ser parte del staff de Último Acto. Es un poco díscolo, desestructurado y tiene un gran caudal de buena onda.
No quiero extenderme mucho más en la descripción del programa porque les quitaría a ustedes (los lectores) la posibilidad de integrar esta gran familia devenida en programa de rock llamada Último Acto.
Espero que la próxima vez que escriba sea haciendo alusión a la emisión número cien del programa.
Ya atrapados o no por el relato seguramente seguirán sosteniendo ese ¿y…? del principio pensando que este relato tendrá un final. Para seguir repreguntándose de forma periódica ese ¿y…? escuchen Último Acto porque no siempre todo tiene que tener una respuesta y una finalización, tal cual como lo es Último Acto, un real programa de rock… ¿Y…?
FEDERICO CAMPOS
No hay comentarios:
Publicar un comentario